domingo, 8 de mayo de 2011

Inmaduro aún en un aspecto

La fluidez del pensamiento. Casi automáticamente cuando pienso, escribo. Es algo con lo que estoy cómodo. Puedo escribir aquí como de un diario se tratase, que lo es, y es como lanzar una botella a la mar que es la red.
Por fin tuve que admitir una cosa (hoy por la noche de madrugada) de una vez por todas. Un aspecto de mi vida del que me siento miserable e inseguro: las relaciones con los demás.
Tienen razón en eso que detrás de la pantalla es fácil soltarse. Solamente quiero llamar la atención y ser interesante diciendo cosas políticamente incorrectas o cosas sin sentido. Lo malo es que fuera de la pantalla también lo hago, aunque claro, con menos frecuencia y tratando de ser agradable para los demás. No me siento cómodo, y cuando más reflexiono más me doy más cuenta de ello. En verdad no soy yo mismo.
Pero me pregunto qué es ser yo mismo. ¿ser esa persona que tiene dificultades para relacionarse y llamar la atención con cosas nada apropiadas? ¿ser esa persona tímida preguntándose qué puede hacer para relacionarse? ¿ambas cosas, ser tímido u otras? Hay veces que me pregunto si de verdad soy esa persona independiente que digo ser y no necesito a nadie o al menos un poco de compañía.
Siento que parte de mi vida se ha perdido, y parte de la culpa es mía. Prácticamente parte de mi infancia no es feliz, la adolescencia no ha sido feliz (fue un infierno y estuve al borde del suicidio) y hasta ahora, aunque ha ido a mejor, siento que tuve y sigo teniendo una vida estéril. Cada uno es como es. Yo tengo mi propia personalidad, y debo de admitir que salir de vez en cuando y relacionarse con los demás no está mal.
Otra cosa que me gustaba hacer salir a jugar a la calle con los demás, pero ¿que ibas a hacer cuando nada más conocías a personas que te destruían y te hacían sentir inseguro y con miedo a relacionarte con otros? Para colmo el problema nada más era tuyo. Es difícil encontrar gente agradable, que te acepten a pesar de tus virtudes y defectos. Cubría ese hueco con una cosa que me gusta mucho que es la informática y los videojuegos. Pero claro, que cubras eso con algo que te gusta (cualquier cosa) al final te producía hastío y perdías el tiempo.
Ciertamente cada uno es un mundo, le gusta unas cosas que son personales, y les gusta cosas que comparten con otros, y tienen sus manías. Hay veces que miraba con envidia a los demás cuando hablaban entre sí, de sus cosas en común, se compartían cosas a pesar de ser diferentes (?). Yo me quedaba mirándolos siendo espectador. Y me sigue sucediendo, solamente que ahora la envidia es sana.
Solamente continué hacia adelante gracias a mis ganas de vivir, a no rendirme, pero también en parte a los pocos amigos que tuve que me me aceptaron, fueron agradables conmigo y me animaron. Afortunadamente hoy he encontrado más gente que me aceptan y son agradables conmigo. Y entiendo que no se relacionen conmigo como lo hacen con otras personas que conocen. Lo curioso (y mi otro problema) es que no entiendo la amistad.
Quizá habré exagerado en como escribo las cosas, pero es así como lo he sentido. Este post es un lamento y un desahogo. Si ves a alguien que está teniendo una situación parecida a la mía o está pasando por una fase de mi situación. Por favor, ayúdala. Que no llegue a lamentarse como lo estoy haciendo. Que no se desahogue escribiendo en su diario, en un blog para quizá las lea otras personas o llore por dentro. No hay nada peor que te des cuenta que puedes hacer una cosa perfectamente y estás en pañales aún.

1 comentario:

Alfonso Saborido dijo...

Cada cual es como es. Unos servimos para unas cosas y para otras no. Pero el otro día diste un gran paso. Y seguro que lo sabes :)